domingo, 27 de septiembre de 2009

20. Wunderbar.

No sé tú.

Para mi estar tirado en un colchón sucio en una casa extraña con paredes púrpura a las 6 de la mañana, mareado tras una fiesta salvaje, bebiendo una terrible mezcla de Antillano con refresco pero no importándome un carajo, rodeado de gente en plena epifanía ebria, los zapatos fuera porque cómo bailamos, afuera un frío espantoso, adentro un calor enfermo, escuchando Link Wray ("no se dice a-diós, se dice a-Linkwray"), hablando con sujetos que tienen bandas imaginarias y con chicas que me hablan de The Pogues, Tenpole Tudor, El Rey Elvis (Costello) y Big Star (¡Big Star!)... para mi eso es vida.

Sí, mi amigo. La semana fue horrible. El trabajo en el hospital, la oficina, el taller y las largas caminatas por calles sucias y esas feas comidas de a pie y esa multa que te pusieron por dar vuelta en lugar prohibido y -¿sabes qué es lo peor?- que no fue tu culpa y que aunque lo haya sido qué carajos te da, de todos modos todo está resuelto y nadie ha muerto... Pero así son las semanas. Los días. Las horas. Largas como una mala canción de rock progresivo. Pero todo tiene sentido en noches como la de hoy.

No, no he descubierto el amor. Tampoco la cura para el cáncer, pero sí para el aburrimiento perpetuo de este lugar. No he logrado nada que a ellos importe. Decididamente nunca estaré en una enciclopedia, pero por lo mismo siempre estaré libre de polvo. Porque estoy en movimiento.

Te perdiste de una gran fiesta por lamentarte por el dinero que perdiste. Y de todos modos, todos te invitamos una cerveza. No sé en dónde las metiste, porque con la de amigos que tienes debiste ponerte loco, a lo irlandés que, por cierto, también son tus favoritos ("there's whiskey in the jar-oh...") Luego, te perdiste de una gran post-fiesta porque seguías lamentando no sé qué cosa de la semana. Never take it so serious.

Además, no había nada de qué quejarse en esa habitación. A menos que seas un jodido burgués. O que tengas 70 años, lumbagia, hemorroides y cáncer en la piel, seas abstemio y panista. Nada de lo que eres. ¿O cuándo, en nuestras juergas tercermundistas, escuchaste chicas hablando sobre The Pogues, Tenpole Tudor, El Rey Elvis (Costello) y Big Star (¡Big Star!) o bebiste, con orgullo, el peor brebaje alcohólico de este lado olvidado del mundo? ¡Despierta!

Diviértete, mi amigo. Hoy yo vuelvo a invitar. No te duermas. Sólo tienes 23.

3 comentarios:

  1. ¿Cuál de todas fue la cura para el aburrimiento perpetuo... de qué lugar?

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  2. De cualquier lugar.

    The Life. Esa es la cura.

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  3. Llevo 3 meses y medio sin leer nuevas entradas en tu blog.

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