Marcello sabe que quiere una casa así y una vida así. Marcello está más confuso que nunca. Pero no lo sabe. Marcello habla con Steiner, a quien ha visto otras tres o cuatro veces, nada más. Steiner le ve y le basta para saber muchas cosas. Steiner le dice:
"No seas como yo. La salvación no se encuentra entre cuatro paredes. Soy muyY la fiesta sigue. Con esas ropas, esas mujeres, esos lugares. Sigue la dulce vida de las calles de plata, de las cámaras, de las sórdidas mansiones y las cacerías de fantasmas, los titiriteros desquiciados del mundo. Esas situaciones en las que uno nunca estará. Y el deseo... El deseo de lo que no se tiene y nunca se tendrá. Pero posiblemente Steiner tenga razón. ¿La seguía teniendo cuando cometió la atrocidad que da un vuelco horrible a la película (¿el título más irónico de todo el cine?) y a la vida de Marcello? El tedio del que tiene sin buscar. The spleen.
serio para ser un diletante y muy amateur para ser un profesional. Incluso la
vida más miserable es mejor que una existencia protegida en una sociedad
organizada donde todo es calculado y perfecto."
El hambre del que busca sin tener. The blues.
Me parece triste que, apenas se alcanza lo que se quiere, el deseo se haga a un lado para dar paso al disfrute.
ResponderEliminar